La agencia de diseño "Bostock and Pollit" contrató a Wyld Stallyons para crear esta animación con el hálito de insuflar energía a la gente. En colaboración con los directores Yann Benedi y Celine Desrumaux, el escritor del corto es Jason Arber y Chris Sayer, mientras que la música corre a cargo de Paul James (Wafer Audio).
Frente a la realidad del cambio climático, más acusado que nunca, "The World Wildlife Fund" (sin caer en la equivocación de relacionarlo con la turbia asociación de network "make the difference"), quiso hacer ver a la gente cómo su opinión puede realmente marcar la diferencia. La idea surge del efecto dominó, ilustrando el punto con nuestro protagonista, Colin the Campigner, como si de una cadena de favores se tratase.
Mientras transcurre su vida diaria, Colin es consciente por sí mismo qué quiere expresar. De este modo, por el simple hecho de escribir/transcibir, Colin y otros como ellos pueden provocar una profunda reacción en el ancho mundo.
Una muestra que prueba la importancia del cambio de prisma posible para hacer frente a situaciones adversas, y como esta mirada caleidoscópica puede mostrarse a tu vecino de "al lado", ese, que inmerso en el frenético ir y venir de la ciudad es capaz de relentizar sus pasos y pararse a mirar de veras qué ocurre a su alrededor, por que, haciendo referencia a Italo Calvino, las verdaderas ciudades son invisibles a los ojos, "Las ciudades invisibles".
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